13 julio 2013

Una genial primavera 2013

Bueno, la verdad es que ya podemos decir que se acabó la primavera, y de hecho estamos teniendo un calor terrible este verano... esperemos que afloje un poco estas semanas. El caso es que a lo largo de estos irregulares meses he podido ver un montón de animales, os pongo algunas fotos de esta primavera tan entretenida:

Estos últimos meses la actividad en el comedero de casa ha descendido mucho y ya casi no vienen pajarillos... ¡pero ya queda menos para que vuelvan en otoño!

Como siempre, los carboneros garrapinos (Parus ater) son de los que más aguantan, pero hasta ellos ya casi no vienen... sin embargo, estos últimos días he visto venir algún pollito grandecillo: ¡han sacado adelante al menos una nidada!
Los que más vienen ahora son los gorriones (Passer domesticus).  Toda una preciosidad, pues ya tienen plumaje plenamente primaveral, con su pico y babero bien negros.
Estos animales que pueden posarse a un metro en una terraza en la calle, aquí son sorprendentemente desconfiados: ¡en cuanto te ven, se van!
 Y éste es el motivo por el que apenas vienen los pajaritos al comedero...
¡El mundo está lleno de comida! Este verdecillo (Serinus serinus) se pone morado de los brotes de los arbolitos de al lado del comedero: ¡la ventaja de hacer las fotos desde casa es que, a pesar de estar el verdecillo a unos 10 metros del suelo, las fotos son desde arriba!
 La floración supone todo un banquete para las aves del lugar: una excelente oportunidad fotográfica... más cerca de casa, imposible.
Bien lo sabe este verderón (Chloris chloris), que junto con su bando de unos 5 ejemplares se pasaron toda la tarde merendándose los brotes
Incluso las palomas torcaces (Columba palumbus) se acercan para probar el manjar
En estos meses he podido ver bastantes pitos reales (Picus viridis sharpei). Si ves uno y quieres diferenciar su sexo, fíjate en el color de las bigoteras: éste de aquí con las plumas bigoteras negras es una hembra...
... y éste, de bigoteras rojas, es un macho
Muy cerca del estanque del martín pescador pude ver mi primer ruiseñor (Luscinia megarrynchos)
 Su timidez, hábitos nocturnos y colores discretos hacen que este famoso pajarillo pase desapercibido a menudo: ¡tuve mucha suerte al verlo!
Por fin han llegado las oropéndolas, un ave hermosa de verdad... ¡y huidiza! A pesar de esos colores, es casi imposible de ver... ¡y no digamos de fotografiar!
Al igual que ocurre con los pitos verdes, estos meses he visto muchas tórtolas (Streptopelia decaocto), más que en otras primaveras
De hecho, en un árbol seco de Bustarviejo parece que tienen un posadero muy habitual: nunca las había visto tan cerca
No muy lejos del posadero de las tórtolas, en los roquedos de media montaña, se pueden ver muchos pajarillos, como este escribano montesino (Emberiza cia) gritando a pleno pulmón
Pero la verdadera sorpresa llegó cuando vimos un roquero solitario (Monticola solitarius) revoloteando de roca en roca... no es que esté fuera de su área de distribución ni de su hábitat, ¡pero me sorprendió muchísimo!
Aunque el mejor lugar para ver a los roqueros sigue siendo el barranco de Patones de Arriba
Nos encontramos con este bonito macho con un gigantesco cargamento de orugas y bichillos en el pico para traérselos a los pollos
Como vimos que parecía estar esperando a que nos fuéramos para entrar al nido, nos alejamos a una distancia prudencial y vimos como entraba a una grieta para entregar la comida, eso sí, no antes de hacerle unas fotillos para aprovechar la situación, jejejeje
Debía ser el Día Internacional de Ceba de Pollos de Roquero: éste macho que vive en otra parte del barranco también traía comida a su nido
También ha habido hueco para las rapaces esta primavera: sorprendentemente lo que más estamos viendo son los mochuelos (Athene noctua), a los cuales ya les voy pillando el tranquillo y en muchas de las salidas a la Casa de Campo los veo
Digo sorprendentemente porque hasta este 2013 apenas había visto rapaces nocturnas: ¡ahora incluso he oído autillo desde casa!
Además, también en Bustarviejo, estamos viendo de vez en cuando halcones abejeros (Pernis apivorus), una rapaz bastante escasa en esa zona de la Sierra de Madrid
 En realidad, de halcón tienen poco, pues están más emparentados con los milanos
 ¡Lo mejor de todo es que no hay sólo uno, sino dos!
En esta secuencia puedes ver como la dieta de los cernícalos vulgares (Falco tinnunculus) es más variada de lo que a veces pensamos: ¡este acaba de coger una lagartija que lleva, cómo no, al nido!
Y a pesar de todos los animalillos que he visto en estas semanas, ésta es posiblemente la foto que más me gusta: es un mirlo común (Turdus merula), que fotografié un caluroso mediodía de mayo
Es un pájaro muy común, pero yo apenas tenía fotos de cerca... así que cuando vi que tenían un nido en un seto, me puse con la red de camuflaje cerca de la rama en la que se posaba antes de entrar
Les trajo un montón de frutitas a sus pollos: ¡no se podrán quejar!

Bueno, y para acabar os pongo unas fotos de dos bonitos reptiles que pude ver: ¡no sólo de aves vive el fotógrafo, jejeje!

Nos encontramos a este bonito lagarto ocelado (Timon lepidus) soleándose en una pista
Cuando nos acercamos, se pegó a un macizo de hierbas que había, quedándose casi vertical... en esta foto puedes ver el detalle de sus escamas y el precioso patrón del lomo, que le da nombre 
 Y solo a unos metros y unos minutos después vimos esta culebra, que creo que es la culebra bastarda (Malpolon monspessulanus)
 La culebra bastarda inyecta veneno a sus pequeñas presas cuando ya las tiene en la boca, pues sus colmillos inoculadores están muy atrás. La función del veneno parece ser la de inmovilizar a sus presas. Como los colmillos están tan atrás, es inofensiva para las personas.

¡Bueno, pues ya habéis visto cuanto puede dar de sí una primavera sin salir de Madrid! todavía hay bastantes más cosas, pero bueno, eso quedará para otras entradas...

02 julio 2013

Sorpresas alpinas

Bueno, aquí estoy de nuevo... después de unas semanas liado entre unas cosas y otras, pudimos hacer este fin de semana una breve excursión a las cumbres de la Sierra de Madrid, en la zona del Collado Abierto de Bustarviejo para buscar el mítico pechiazul. Yo había leído por ahí que se podían ver por esa zona, pero de pechiazules, ni rastro. Sin embargo, pudimos disfrutar de un bonito paisaje florido de piornos, además de alguna que otra sorpresa... aquí pongo algunas fotillos:

Las vacas pastan felices en la zona de Collado Abierto. Es curioso que todavía quede nieve en las montañas con el calor que está haciendo
Siempre resulta agradable ver a las tarabillas (Saxicola torquata). Aquí puedes ver un macho con su collar blanco,  haciendo honor a su nombre en latín: torquata significa algo así como "acollarada"
También se puede ver a los acentores comunes (Prunella modularis), posados en algún piorno cantando
Me hizo mucha ilusión ver a ésta pequeña curruca, que creo que es la zarcera (Sylvia communis), Este adulto estaba un poquito lejos...
... ¡pero este pollito casi se sube al objetivo!
Resulta que por lo menos había dos... ya les queda menos para preparar su larguísimo viaje este otoño hasta el sur del Sáhara
Vimos el escribano hortelano (Emberiza hortulana), un ave que vive en las zonas de alta montaña y que nunca había visto
También muy confiado estaba éste bisbita alpino (Anthus spinoleta)... ¡bueno, digo que es alpino porque estaba en la montaña, en la guía de aves todos los bisbitas me parecen iguales!
Pude sorprender a éste aláudido, volando con un gusanito que no se comía. Una vez más, no estoy seguro de lo que es, posiblemente una cogujada montesina o tal vez una alondra común. Os pongo un par de secuencias que he formado con una ráfaga de su vuelo

Una de las cosas que más me gustó fue ver la gran cantidad de insectos varios que vimos a la bajada... ¡algunos muy extraños!

Lo que más había eran mariposas, como la preciosa mariposa ortiguera (Aglais urticae)
Se llaman así porque cuando son orugas, se alimentan de la planta de la ortiga... ¡y menos mal, porque una buena "ortigada" es de lo más desagradable!
Pero la más bonita que vimos fue sin duda la podalirio (Iphiclides podalirius), un hermoso y grande lepidóptero de colores muy llamativos.
Nunca supe por qué se llamaba "podalirio", pero ahora he descubierto que Podalirio era un héroe de la Antigua Grecia, hijo del dios de la medicina. Participó en el asedio de la ciudad de Troya y hacía las veces de médico. En algunas versiones de la ilíada, se le incluye entre los griegos que se metieron en el famoso Caballo de Troya. Además tenía un hermano, que se llamaba macaón: otra mariposa pariente de la podalirio.
 Otro invertebrado verdaderamente curioso y fascinante que nos encontramos es éste pequeño monstruito, el grillo topo (Gryllotalpa gryllotalpa)
Son unos animales que pasan la vida casi completamente bajo tierra y tienen unas patas especiales para excavar sus grandes túneles. Qué haría éste en la superficie, no lo se... ¡pero tenía unas ganas tremendas de esconderse!
Se alimentan de casi todo: raíces, insectos, lombrices... me sorprendió leer la cantidad de huevos que ponen las hembras: ¡hasta 350!
Igual de extraño que el grillo topo es éste bicho, que a veces se conoce como duende (Nemoptera bipennis). Pertenece a las "alas de encaje", un grupo de insectos, pero la Nemoptera bipennis es un endemismo de la península ibérica
¡El nombre de "duende" es desde luego acertado, pues su extraña forma, colores y vuelo son extraordinarios y misteriosos!
Es un animal de lo más pintoresco, de algo menos de 10 cm. y con un vuelo suave y rebotante, muy lento. Lo más llamativo son sus dos proyecciones traseras, que en realidad son alas: supongo que servirán en el apareamiento o para ayudar al vuelo, pero la verdad es que al parecer es un animal muy poco estudiado: ¡hasta esta semana, yo ni sabía que existía!

Nada más por ahora... ¡habrá que volver a intentar ver el pechiazul!