02 julio 2013

Sorpresas alpinas

Bueno, aquí estoy de nuevo... después de unas semanas liado entre unas cosas y otras, pudimos hacer este fin de semana una breve excursión a las cumbres de la Sierra de Madrid, en la zona del Collado Abierto de Bustarviejo para buscar el mítico pechiazul. Yo había leído por ahí que se podían ver por esa zona, pero de pechiazules, ni rastro. Sin embargo, pudimos disfrutar de un bonito paisaje florido de piornos, además de alguna que otra sorpresa... aquí pongo algunas fotillos:

Las vacas pastan felices en la zona de Collado Abierto. Es curioso que todavía quede nieve en las montañas con el calor que está haciendo
Siempre resulta agradable ver a las tarabillas (Saxicola torquata). Aquí puedes ver un macho con su collar blanco,  haciendo honor a su nombre en latín: torquata significa algo así como "acollarada"
También se puede ver a los acentores comunes (Prunella modularis), posados en algún piorno cantando
Me hizo mucha ilusión ver a ésta pequeña curruca, que creo que es la zarcera (Sylvia communis), Este adulto estaba un poquito lejos...
... ¡pero este pollito casi se sube al objetivo!
Resulta que por lo menos había dos... ya les queda menos para preparar su larguísimo viaje este otoño hasta el sur del Sáhara
Vimos el escribano hortelano (Emberiza hortulana), un ave que vive en las zonas de alta montaña y que nunca había visto
También muy confiado estaba éste bisbita alpino (Anthus spinoleta)... ¡bueno, digo que es alpino porque estaba en la montaña, en la guía de aves todos los bisbitas me parecen iguales!
Pude sorprender a éste aláudido, volando con un gusanito que no se comía. Una vez más, no estoy seguro de lo que es, posiblemente una cogujada montesina o tal vez una alondra común. Os pongo un par de secuencias que he formado con una ráfaga de su vuelo

Una de las cosas que más me gustó fue ver la gran cantidad de insectos varios que vimos a la bajada... ¡algunos muy extraños!

Lo que más había eran mariposas, como la preciosa mariposa ortiguera (Aglais urticae)
Se llaman así porque cuando son orugas, se alimentan de la planta de la ortiga... ¡y menos mal, porque una buena "ortigada" es de lo más desagradable!
Pero la más bonita que vimos fue sin duda la podalirio (Iphiclides podalirius), un hermoso y grande lepidóptero de colores muy llamativos.
Nunca supe por qué se llamaba "podalirio", pero ahora he descubierto que Podalirio era un héroe de la Antigua Grecia, hijo del dios de la medicina. Participó en el asedio de la ciudad de Troya y hacía las veces de médico. En algunas versiones de la ilíada, se le incluye entre los griegos que se metieron en el famoso Caballo de Troya. Además tenía un hermano, que se llamaba macaón: otra mariposa pariente de la podalirio.
 Otro invertebrado verdaderamente curioso y fascinante que nos encontramos es éste pequeño monstruito, el grillo topo (Gryllotalpa gryllotalpa)
Son unos animales que pasan la vida casi completamente bajo tierra y tienen unas patas especiales para excavar sus grandes túneles. Qué haría éste en la superficie, no lo se... ¡pero tenía unas ganas tremendas de esconderse!
Se alimentan de casi todo: raíces, insectos, lombrices... me sorprendió leer la cantidad de huevos que ponen las hembras: ¡hasta 350!
Igual de extraño que el grillo topo es éste bicho, que a veces se conoce como duende (Nemoptera bipennis). Pertenece a las "alas de encaje", un grupo de insectos, pero la Nemoptera bipennis es un endemismo de la península ibérica
¡El nombre de "duende" es desde luego acertado, pues su extraña forma, colores y vuelo son extraordinarios y misteriosos!
Es un animal de lo más pintoresco, de algo menos de 10 cm. y con un vuelo suave y rebotante, muy lento. Lo más llamativo son sus dos proyecciones traseras, que en realidad son alas: supongo que servirán en el apareamiento o para ayudar al vuelo, pero la verdad es que al parecer es un animal muy poco estudiado: ¡hasta esta semana, yo ni sabía que existía!

Nada más por ahora... ¡habrá que volver a intentar ver el pechiazul! 

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