11 agosto 2018

...vencejos y demás flechas aéreas...

¡Casi un año desde que publiqué nada en el blog! Qué vergüenza... pero en mi defensa debo decir que últimamente todo el esfuerzo lo estoy poniendo en mejorar la web (https://miguelanton.wixsite.com/miguelantonphoto) en la que por ejemplo puedes leer la última "historia" sobre las cabras montesas madrileñas (haciendo click aquí, ver en el PC, no en móvil que se descoloca todo)...
Pero realmente no es excusa, la verdad es que el tiempo vuela. Y hablando de volar... ¡qué mejor para resucitar el blog que una pequeña selección de fotos de vuelos de esta primavera/verano!

Parus major

Bueno, ésta concretamente es de este último invierno, pero aun recuerdo la satisfacción de cuando llegué a casa después de una laarga sesión y descubrí que entre los centenares de fotos desenfocadas, cortadas y movidas estaba esta joya. 
El vuelo es uno de los milagros biológicos más fascinantes que la selección natural ha dado a muchos animales... ¡la posibilidad de desafiar a la gravedad y vivir en 3 verdaderas dimensiones!

Calopteryx virgo






Por supuesto, no sólo las aves son las únicas que atraviesan los cielos ibéricos llenándolos de color y belleza...

















Sírfido por identificar





(¡...y llenando mi mente de deseos fotográficos difícilmente realizables!)








También por la noche muchas alas cortan el cálido aire del verano:

Pipistrellus pipistrellus
Todos estos hermosos animales (el carbonero, los insectos, el murciélago) no tienen casi nada en común en lo que respecta al vuelo: tanto las aves como los insectos como los quirópteros desarrollaron independientemente el vuelo, y los mecanismos y adaptaciones que han necesitado son completamente diferentes. Sin embargo, todos tienen algo en común que bien podría reescribir las filogenias y la taxonomía mundial: ¡¡son complicadísimos de fotografiar en vuelo!!

La fotografía de aves (o fauna en general) en vuelo solo tiene 2 leyes básicas:
1- Cuánto más pequeño el animal en cuestión, más rápido volará (proporcionalmente) y más fotos irán directas a las profundidades de la papelera de reciclaje. 
(1B- esto podría hacer parecer que, por ejemplo, una gran rapaz volando hacia la cámara como este buitre, es difícil fallarla)

Gyps fulvus

2- Cuánto más grande sea el animal, más humillante y doloroso será el fracaso (que es la circunstancia por defecto). Este águila real que "casi" salió desmiente claramente el apartado "1B".

Aquila chrysaetos & Falco tinnunculus (¡¡casi!!)
Por tanto, ya sean sujetos grandes o pequeños, la única solución es disparar ráfagas sin contemplaciones y asumir que va a haber que echar muchas horas de borrado posterior.

Cinclus cinclus
La mayoría de mis fotos de vuelos son por "coincidencia"... cuando estoy fotografiando un ave posada, intento tener siempre la velocidad de obturación más rápida posible (a costa de no bajar prácticamente nunca de ISO 800, qué remedio) para que si justo despega, estar preparado para poder hacer una ráfaga y probar suerte.

Cuculus canorus
 Ese fue el caso con este espectacular juvenil de cuco (nidoparásito de una familia de pobres alcaudones). Me lamentaba de lo lejos que estaba posado cuando el cuco debió ver al alcaudón adulto cazando detrás de mí, y cuál fue mi sorpresa cuando con ese espectacular vuelo de larguísimas alas que tienen los cucos, se lanzó a toda velocidad para pasarme a menos de 20 metros.
Cuculus canorus
Por supuesto yo disparé a ciegas, intentando seguirlo con el enfoque manual (el autofoco se habría vuelto loco con esas rocas cubiertas de musgo y liquen del fondo)… como todo buen fotógrafo de vuelos debe hacer, mantuve mis esperanzas al mínimo: la única forma de evitar una decepción tras otra. ¡Pero en esta ocasión, me había sonreído la suerte!

Merops apiaster
Aunque sin duda, de toda la diversidad de fauna aérea que uno pueda fotografiar, ninguno puede compararse al volador por excelencia, el gran acróbata del aire, la maravilla que da nombre a este blog.

Merops apiaster
¡Es que sencillamente perfectos! Además no solo utilizan el vuelo como simple medio de transporte: también es su territorio de caza: nunca dejará de sorprenderme su habilidad en el aire. Además de las habituales abejas, mariposas, moscas (¡!), este año pude ver uno con un saltamontes en el pico, recién capturado. ¡¿Cómo puede un abejaruco, que caza normalmente a varios metros de altura, coger un saltamontes cuyos vuelos durarán dos o tres segundos como mucho y no suelen levantar un palmo del suelo?!

Pero aún siendo inquebrantable mi devoción a los abejarucos, hay otro volador aún más eficaz e infatigable, más extremo: un ave en la que cada centímetro del cuerpo está optimizado para estar suspendido indefinidamente por encima de todos nosotros, los animales que antes o después estamos fijos al suelo.

Apus apus
Es, por supuesto, el vencejo. Hace decenas de millones de años (se cree que en torno a la extinción de los dinosaurios), un grupo de aves tomó una dirección evolutiva extrema: abandonar la tierra y vivir en las alturas. 
Hoy en día los vencejos tienen su propio orden, los Apodiformes, que significa "carente de patas". Lógicamente no están carentes de patas, pero estas se han atrofiado en gran medida: ¿para qué gastar energía transportando en el aire unas patas que ya no hacen falta? Además de los vencejos y los "tree swifts" asiáticos, la otra familia que generalmente se incluye en los Apodiformes son... ¡los colibríes!

Apus apus

Las primeras tormentas de primavera son sinónimo de la llegada de estos increíbles animales. Muy pronto, toda la península se llena de sus agudos chillidos característicos (¿sabías que en realidad el reclamo típico del vencejo es un dúo entre macho y hembra, y cada uno tiene un tono ligeramente distinto?)

Apus apus
 Para mí, las espectaculares e irrepetibles -¡no hay dos iguales!- nubes de primavera son inseparables de las veloces siluetas de los incansables vencejos que parecen atravesarlas

Apus apus
Apus apus

Pero los vencejos son mucho más que siluetas: sus sutiles sombras de marrón, sus brillantes ojos azabache, sus compactas plumas primarias... siempre he querido captar todos esos detalles: ¿pero cómo? Los vencejos sólo tocan tierra para criar (¡por eso cuando un pollo salta al aire por primera vez puede no tocar el suelo en años!) pero sus nidos son siempre en grietas inaccesibles y no querría molestarlos cuando son tan vulnerables. 
La respuesta es fotografiarlos no cuando tocan tierra...¡sino cuando tocan agua!

Apus apus
 Y es que con el sofocante calor del verano, nadie puede pasar mucho tiempo sin un refrescante trago de agua.
Los vencejos, haciendo gala de su vida aérea, no necesitan posarse para beber delicadamente: en su lugar, inician el desceno muchos metros antes de llegar a la charca y rápidamente se colocan apenas unos centímetros por encima de la superficie:

Apus apus
Ya solo les queda abrir el pico al máximo (aprovechando su gigantesca boca que es una adaptación para alimentarse del llamado "aeroplacton", insectos voladores y arañas en suspensión que capturan por miles), bajar esos cruciales centímetros y...

Apus apus
(fíjate cómo, de la velocidad que lleva, el agua se riza formando una pequeña estela justo bajo su cuerpo)

Appus apus
…¡¡splash!! Dos vencejos rompen la superficie con apenas unas décimas de segundo de diferencia. Es interesante cómo, a pesar de estar casi libres de cualquier depredador -aquí en Madrid solo los halcones y los cernícalos podrían cazarlos (a uno de éstos últimos lo vi intentándolo este verano, increíble cómo seguía al vencejo sin intentar atacarlo, solamente cansándolo haciendo requiebros para que bajase y ya allí poderlo atrapar)- son aves bastante gregarias, casi siempre volando en bandadas y, como pude comprobar en estas sesiones, bajando a beber juntos.

Apus apus

Muchas veces, sus incesantes cálculos les alertan, justo antes de tocar la superficie, de que es mejor abortar el descenso e intentarlo más tarde. Nunca he entendido por qué, cuando las circunstancias (para mí) son idénticas a las de cinco segundos antes o después... ¡pero pensar que lo que percibimos nosotros, primates terrestres visuales, es todo lo que se puede percibir, es un error que un naturalista no debe cometer! ¿Quién sabe en qué señales se estaría fijando el vencejo para decidir que mejor remontar el vuelo y beber en la próxima pasada?

Delichon urbicum
 Los vencejos no son los únicos que tienen sed con este calor... también beben de la misma forma (aunque más despacio que ellos) los aviones y las golondrinas.

Hirundo rustica
Aunque superficialmente se parecen a los vencejos y de hecho el bueno de Linneo llamó al vencejo Hirundo apus pensando que era algún tipo de golondrina, son grupos totalmente distintos. Las golondrinas y aviones son Passeriformes, pero que por convergencia evolutiva también han adoptado las largas alas y el estilo de vida de los vencejos.


Y termino con una última foto de este increíble animal tan infravalorado pero que es la voz de los veranos ibéricos.
Un rápido corte en la superficie del agua y con un refrescante trago de agua fresca en la garganta, ya puede remontar altura con unos potentes aleteos hacia el sol que sube rápidamente en el cielo despejado de verano: ¡listo para otra mañana de cazar en las alturas y de sentir el aire silbando en sus duras e incansables alas!

1 comentario:

  1. I love seeing a European Bee-Eaters. They are such striking looking birds, especially the feathers of turquoise. Thanks for the share, hope you had a fantastic weekend. Keep up the posts.

    World of Animals

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