15 noviembre 2013

Khwai River, mejor que mejor

Después de dos geniales días, dejamos Xakanaxa (con gran lástima, por cierto) para llegar al extremo norte de Moremi, justo fuera del parque. Allí discurre el río Khwai, que forma parte del sistema del Delta del Okavango. El Conservancy de Khwai no es exactamente un Parque Natural (aunque será por animales...) y por eso se puede conducir fuera de las pistas y no hay un horario regulado: esto permite volver al campamento de noche y así ver más animales. Desde luego toda una ventaja desde el punto de vista de un turista. Esperemos que nadie se aproveche de esto y moleste a los animales, porque Khwai es una zona fantástica para ver aves y por supuesto muchos otros hermosos animales como licaones, leones, leopardos, etc. Aquí pongo unas fotos de los habitantes alados de este sitio inolvidable:

La pista de llegada a Khwai, después de una larga mañana de tránsito desde Xakanaxa. Cuando le dices a alguien que has ido de safari a África, suelen pensar en grandes llanuras sin árboles como el Serengueti: ¡nada más alejado de la realidad en este caso!
El río Khwai, que trae vida a este paraíso. Para los animales es todo un lujo poder bañarse y refrescarse al calor del mediodía de la estación seca (la verdad es que a veces nos daban un poco de envidia con el calor que teníamos, jejeje)

Nada más llegar pasamos por una zona del bosque donde había bastantes abubillas africanas (Upupa africana). Esta pariente de nuestra abubilla es a veces considerada subespecie (U. epops. africana). Tiene un color más rojizo en todo el cuerpo, y tal vez el pico ligeramente más largo... ¡pero tiene el mismo encanto que la europea!

Al lado de las abubillas revoloteaban unos parientes suyos, los cálaos grises (Tockus nasatus). Al igual que los demás Tockus, las hembras de cálao gris se meten en un agujero de árbol para criar y tapan casi todo el orificio con barro, hierbas... entonces, el macho coge la comida para llevársela a la hembra y a los pollos, ¡hasta que estos crecen tanto que la hembra tiene que romper la pared para salir!
Tal vez por eso solo vimos machos como éste que permite ver su extraño pico, con el casco característico de los cálaos y las aserraduras para comerse los bichillos que captura.
 Mucho más abundantes y fáciles de ver son los cálos de pico amarillo del sur (Tockus leucomelas). Éste escogió un bonito posadero del campamento mientras desayunábamos al amanecer... ¡no hace falta decir que el cálao tenía prioridad al desayuno!
Haciendo fotos a estos cálaos tan confiados descubrí que comparten con abejarucos, carracas, etc. el hábito de que el macho ofrece sus capturas a la hembra en la época de cría. En una ocasión, la hembra cogió la comida, la tuvo un segundo y la dejó caer... ¡me acerqué a ver qué era y resultó que el macho había cogido un brócoli que había sobrado de nuestra cena! 
 También se llama "abubilla" a este extraño animal: la abubilla verde de bosque (Phoeniculus purpureus). Son aves muy inteligentes y agresivas: las bandadas que forman se repelen agresivamente cuando hay una disputa territorial
Además, en los bandos sólo hay una pareja "Alfa" que es la que cría y todos los demás ayudan a sacar adelante a los pollos. Crían en agujeros de árboles muy pequeños: ¡pueden caber por orificios de sólo 40mm de diámetro! Y si aún así algún depredador intenta entrar, segregan una sustancia maloliente que acaba por disuadirlo
¡En pleno salto!
Y para cálao de calibre, éste: el cálao terrestre del sur (Bucorvus leadbeateri). Este gigantesco pariente de las abubillas puede medir casi un metro y medio de largo y pesar más de 6 kg... es una pena que está globalmente amenazado, aunque por suerte en las orillas del Khwai tienen un hogar seguro.
Sobrevolando el susodicho Khwai. Desde luego ver un animal de este tamaño en pleno vuelo impresiona. Para los locales, es todo un sacrilegio matar un cálao terrestre: ¡no me extraña con lo bonitos que son!
En otra zona del curso del río disfrutamos de una de las escenas más bonitas con las aves de Botswana
Una cigüeña de pico abierto o picotenaza africano (Anastomus lamelligerus), igual que el que vimos en el hotel de Maun, pescando cangrejos... ¡y super cerca!
 Los primeros cangrejos que le vimos coger eran bastante pequeñitos, pero poco a poco los fue encontrando de más tamaño hasta llegar a éste de talla familiar
A pesar de ser sólo 6mm los que separan las mitades del pico, eso le es suficiente para poder dominar la técnica de abrir cangrejos. En la parte superior tiene unas 30 almohadillas que le ayudan a sujetar firmemente a la presa para después separar el molusco de su concha
Al lado del openbill vimos una pareja de gallineta negra (Amauronis flavirostra), unos pequeños pajarillos muy agresivos: pueden matar a otras gallinetas para defender su territorio
Y para despedir el post, esta preciosa culebrera sombría (Circaetus cinereus), que descansaba a la orilla del Khwai un caluroso mediodía. ¡Es la más grande de todas las culebreras!

Por ahora nada más, estas son solo parte de las muchísimas aves que vimos en Khwai, todo un espectáculo para cualquiera que le guste la naturaleza y un sitio muy especial... En la siguiente entrada pondré mas fotos de la avifauna de este increíble sitio. ¡Qué ganas de volver!

2 comentarios:

  1. Hola Miguel,
    buena entrada! Todo un lujo poder vivir esa esperiencia!
    Tenemos pendiente esa salida por madrid! ;-)
    Saludos

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