11 septiembre 2019

En memoria de un leopardo del Okavango

¡De nuevo un año de inactividad en el blog! Es increíble lo abandonado que está, pero de nuevo debo decir que últimamente he puesto todo el esfuerzo en la web ( https://miguelanton.wixsite.com/miguelantonphoto ).

Concretamente, estaba ocupado preparando una nueva entrada sobre el espectáculo de los pigargos vocingleros que pude fotografiar hace unas semanas en el Delta del Okavango... (ahí va un anticipo!)




Pigargos vocingleros (Haliaeetus vocifer) adultos y juvenil, luchando y pescando en el Delta


Pero el 3 de septiembre, cuando estaba ocupado con el post de los pigargos, recibí una noticia trágica.
Esa mañana, un vehículo de safari había encontrado el cadáver de una hembra de leopardo en la orilla del río Khwai, en el extremo este del Delta.
No era un leopardo cualquiera - era el animal más extraordinario que he tenido el privilegio de conocer.
Así que he recopilado su historia (o más bien, la pequeña porción que pude compartir con ella) en una entrada de la web, que puedes ver en este link:
https://miguelanton.wixsite.com/miguelantonphoto/in-memory-of-an-okavango-leopard
(abrir en el ordenador, en el móvil se descoloca todo!).


He aquí un breve resumen...

...era un leopardo que yo había conocido 6 años atrás, en mi primer viaje a Botswana en 2013.
Por aquel entonces, "Machaba female" ya había sobrepasado la esperanza de vida de un leopardo salvaje - ¡tenía nada menos que 10 años!


Era una madre experta. En sus largos años de vida, había sacado adelante numerosos cachorros - una contribución extraordinaria a una especie cuyas poblaciones descienden alarmantemente en África y Asia.

Pero en 2014, todo parecía haber terminado para ella. Una lucha territorial (tal vez con su propia hija adulta) la dejó gravemente herida. Las historias que circulaban eran desoladoras - apenas podía andar unos metros y colapsaba, las costillas se marcaban sobre sus flancos...
Para un leopardo salvaje, esto significa el final.


Pero ella no era un leopardo cualquiera. En 2015, vi lo que creí que era imposible - era ella.
Se había recuperado milagrosamente de sus heridas, y seguía patrullando su territorio del río Khwai. La admiración que sentí hacia ella no tenía palabras.


Y no solo había sobrevivido a esa terrible prueba, sino que tenía con ella un nuevo y diminuto cachorro!

Un cachorro que, en tan solo un año se había convertido en este joven príncipe:


Y, dos años después, cuando yo consideraba casi imposible reencontrarme con esta pequeña familia...


…¡el joven príncipe se había convertido en un espectacular macho!
Con cada paso, llevaba los genes y las enseñanzas de su legendaria madre más lejos en el Delta del Okavango.
¿Pero dónde estaba ella? ¿Seguiría con vida?


Sí - un año más, seguía desafiando las leyes de la vida salvaje y recorriendo las llanuras de Khwai.

Este año, hace tan solo un mes, volví a su territorio... y contra todo pronóstico...


Seguía viva.

Yo no quería admitirlo, no podía, pero el pelaje dorado que tan pulcro y perfecto había parecido otros años empezaba a deteriorarse.
Como aquella mañana de hace 6 años, ella caminó con la elegancia y confianza que la hacían inconfundible, recorriendo un bosque que parecía ser completamente suyo. Y como aquella mañana de hace 6 años, en mi mente no existía otra cosa que no fuera la admiración completa hacia la belleza de ese increíble animal.

Yo no lo sabía entonces, pero iba a ser la última vez que la vería.
Y por última vez, durante 1/125 segundos, su imponente imagen se imprimió en el sensor de mi cámara.



Desapareció como un fantasma en el bosque.
Yo todavía creía que tendría al menos una última despedida más de esa presencia extraordinaria.

Pero no la habría.


26 días después, su edad la alcanzó. Esa noche del 2 de septiembre, por última vez, recorrió el bosque y salió a la orilla del río.
16 años después de que abriera sus ojos por primera vez, observó el agua del Delta fluyendo. Nunca vió su fuente, en el altiplano de Angola a casi 2.000 km. Tampoco vio su desembocadura, las aguas del Khwai vaciándose en la depresión de Mababe. Pero había visto cosas que nunca nadie verá. Había sido feliz. En este rincón del Okavango, había hecho todo lo que puede hacer un leopardo.
Y por última vez, cerró los ojos.
Sola bajo una luna creciente, yaciendo pacíficamente en la hierba seca, murió una leopardo, y una era terminó.




En el temor de los impalas de Khwai y en la mente y en la sangre del joven macho, su legado persiste.
¿Pero qué futuro les espera a él y a sus hermanos?
Khwai es un área protegida, y dentro de sus límites están a salvo. Pero si se aventuran fuera, las balas les esperan.

En una trágica decisión, el actual gobierno de Botswana ha reinstaurado la caza deportiva. Los leopardos serán atraídos con cebos, apuntados, y disparados.

Esta era tan solo la historia de una leopardo - era el animal más especial que he conocido nunca, pero ahí fuera hay muchas otras madres leopardo, tan valientes y poderosas como Machaba, afrontando las mismas dificultades.

Ella murió con la elegancia con la que vivió. En paz, sin derramar una gota de sangre.
Ojalá sigan su mismo destino todos los leopardos de África, y logren evitar la muerte agónica que algunos humanos quieren para ellos.


Ver la historia completa en:

11 agosto 2018

...vencejos y demás flechas aéreas...

¡Casi un año desde que publiqué nada en el blog! Qué vergüenza... pero en mi defensa debo decir que últimamente todo el esfuerzo lo estoy poniendo en mejorar la web (https://miguelanton.wixsite.com/miguelantonphoto) en la que por ejemplo puedes leer la última "historia" sobre las cabras montesas madrileñas (haciendo click aquí, ver en el PC, no en móvil que se descoloca todo)...
Pero realmente no es excusa, la verdad es que el tiempo vuela. Y hablando de volar... ¡qué mejor para resucitar el blog que una pequeña selección de fotos de vuelos de esta primavera/verano!

Parus major

Bueno, ésta concretamente es de este último invierno, pero aun recuerdo la satisfacción de cuando llegué a casa después de una laarga sesión y descubrí que entre los centenares de fotos desenfocadas, cortadas y movidas estaba esta joya. 
El vuelo es uno de los milagros biológicos más fascinantes que la selección natural ha dado a muchos animales... ¡la posibilidad de desafiar a la gravedad y vivir en 3 verdaderas dimensiones!

Calopteryx virgo






Por supuesto, no sólo las aves son las únicas que atraviesan los cielos ibéricos llenándolos de color y belleza...

















Sírfido por identificar





(¡...y llenando mi mente de deseos fotográficos difícilmente realizables!)








También por la noche muchas alas cortan el cálido aire del verano:

Pipistrellus pipistrellus
Todos estos hermosos animales (el carbonero, los insectos, el murciélago) no tienen casi nada en común en lo que respecta al vuelo: tanto las aves como los insectos como los quirópteros desarrollaron independientemente el vuelo, y los mecanismos y adaptaciones que han necesitado son completamente diferentes. Sin embargo, todos tienen algo en común que bien podría reescribir las filogenias y la taxonomía mundial: ¡¡son complicadísimos de fotografiar en vuelo!!

La fotografía de aves (o fauna en general) en vuelo solo tiene 2 leyes básicas:
1- Cuánto más pequeño el animal en cuestión, más rápido volará (proporcionalmente) y más fotos irán directas a las profundidades de la papelera de reciclaje. 
(1B- esto podría hacer parecer que, por ejemplo, una gran rapaz volando hacia la cámara como este buitre, es difícil fallarla)

Gyps fulvus

2- Cuánto más grande sea el animal, más humillante y doloroso será el fracaso (que es la circunstancia por defecto). Este águila real que "casi" salió desmiente claramente el apartado "1B".

Aquila chrysaetos & Falco tinnunculus (¡¡casi!!)
Por tanto, ya sean sujetos grandes o pequeños, la única solución es disparar ráfagas sin contemplaciones y asumir que va a haber que echar muchas horas de borrado posterior.

Cinclus cinclus
La mayoría de mis fotos de vuelos son por "coincidencia"... cuando estoy fotografiando un ave posada, intento tener siempre la velocidad de obturación más rápida posible (a costa de no bajar prácticamente nunca de ISO 800, qué remedio) para que si justo despega, estar preparado para poder hacer una ráfaga y probar suerte.

Cuculus canorus
 Ese fue el caso con este espectacular juvenil de cuco (nidoparásito de una familia de pobres alcaudones). Me lamentaba de lo lejos que estaba posado cuando el cuco debió ver al alcaudón adulto cazando detrás de mí, y cuál fue mi sorpresa cuando con ese espectacular vuelo de larguísimas alas que tienen los cucos, se lanzó a toda velocidad para pasarme a menos de 20 metros.
Cuculus canorus
Por supuesto yo disparé a ciegas, intentando seguirlo con el enfoque manual (el autofoco se habría vuelto loco con esas rocas cubiertas de musgo y liquen del fondo)… como todo buen fotógrafo de vuelos debe hacer, mantuve mis esperanzas al mínimo: la única forma de evitar una decepción tras otra. ¡Pero en esta ocasión, me había sonreído la suerte!

Merops apiaster
Aunque sin duda, de toda la diversidad de fauna aérea que uno pueda fotografiar, ninguno puede compararse al volador por excelencia, el gran acróbata del aire, la maravilla que da nombre a este blog.

Merops apiaster
¡Es que sencillamente perfectos! Además no solo utilizan el vuelo como simple medio de transporte: también es su territorio de caza: nunca dejará de sorprenderme su habilidad en el aire. Además de las habituales abejas, mariposas, moscas (¡!), este año pude ver uno con un saltamontes en el pico, recién capturado. ¡¿Cómo puede un abejaruco, que caza normalmente a varios metros de altura, coger un saltamontes cuyos vuelos durarán dos o tres segundos como mucho y no suelen levantar un palmo del suelo?!

Pero aún siendo inquebrantable mi devoción a los abejarucos, hay otro volador aún más eficaz e infatigable, más extremo: un ave en la que cada centímetro del cuerpo está optimizado para estar suspendido indefinidamente por encima de todos nosotros, los animales que antes o después estamos fijos al suelo.

Apus apus
Es, por supuesto, el vencejo. Hace decenas de millones de años (se cree que en torno a la extinción de los dinosaurios), un grupo de aves tomó una dirección evolutiva extrema: abandonar la tierra y vivir en las alturas. 
Hoy en día los vencejos tienen su propio orden, los Apodiformes, que significa "carente de patas". Lógicamente no están carentes de patas, pero estas se han atrofiado en gran medida: ¿para qué gastar energía transportando en el aire unas patas que ya no hacen falta? Además de los vencejos y los "tree swifts" asiáticos, la otra familia que generalmente se incluye en los Apodiformes son... ¡los colibríes!

Apus apus

Las primeras tormentas de primavera son sinónimo de la llegada de estos increíbles animales. Muy pronto, toda la península se llena de sus agudos chillidos característicos (¿sabías que en realidad el reclamo típico del vencejo es un dúo entre macho y hembra, y cada uno tiene un tono ligeramente distinto?)

Apus apus
 Para mí, las espectaculares e irrepetibles -¡no hay dos iguales!- nubes de primavera son inseparables de las veloces siluetas de los incansables vencejos que parecen atravesarlas

Apus apus
Apus apus

Pero los vencejos son mucho más que siluetas: sus sutiles sombras de marrón, sus brillantes ojos azabache, sus compactas plumas primarias... siempre he querido captar todos esos detalles: ¿pero cómo? Los vencejos sólo tocan tierra para criar (¡por eso cuando un pollo salta al aire por primera vez puede no tocar el suelo en años!) pero sus nidos son siempre en grietas inaccesibles y no querría molestarlos cuando son tan vulnerables. 
La respuesta es fotografiarlos no cuando tocan tierra...¡sino cuando tocan agua!

Apus apus
 Y es que con el sofocante calor del verano, nadie puede pasar mucho tiempo sin un refrescante trago de agua.
Los vencejos, haciendo gala de su vida aérea, no necesitan posarse para beber delicadamente: en su lugar, inician el desceno muchos metros antes de llegar a la charca y rápidamente se colocan apenas unos centímetros por encima de la superficie:

Apus apus
Ya solo les queda abrir el pico al máximo (aprovechando su gigantesca boca que es una adaptación para alimentarse del llamado "aeroplacton", insectos voladores y arañas en suspensión que capturan por miles), bajar esos cruciales centímetros y...

Apus apus
(fíjate cómo, de la velocidad que lleva, el agua se riza formando una pequeña estela justo bajo su cuerpo)

Appus apus
…¡¡splash!! Dos vencejos rompen la superficie con apenas unas décimas de segundo de diferencia. Es interesante cómo, a pesar de estar casi libres de cualquier depredador -aquí en Madrid solo los halcones y los cernícalos podrían cazarlos (a uno de éstos últimos lo vi intentándolo este verano, increíble cómo seguía al vencejo sin intentar atacarlo, solamente cansándolo haciendo requiebros para que bajase y ya allí poderlo atrapar)- son aves bastante gregarias, casi siempre volando en bandadas y, como pude comprobar en estas sesiones, bajando a beber juntos.

Apus apus

Muchas veces, sus incesantes cálculos les alertan, justo antes de tocar la superficie, de que es mejor abortar el descenso e intentarlo más tarde. Nunca he entendido por qué, cuando las circunstancias (para mí) son idénticas a las de cinco segundos antes o después... ¡pero pensar que lo que percibimos nosotros, primates terrestres visuales, es todo lo que se puede percibir, es un error que un naturalista no debe cometer! ¿Quién sabe en qué señales se estaría fijando el vencejo para decidir que mejor remontar el vuelo y beber en la próxima pasada?

Delichon urbicum
 Los vencejos no son los únicos que tienen sed con este calor... también beben de la misma forma (aunque más despacio que ellos) los aviones y las golondrinas.

Hirundo rustica
Aunque superficialmente se parecen a los vencejos y de hecho el bueno de Linneo llamó al vencejo Hirundo apus pensando que era algún tipo de golondrina, son grupos totalmente distintos. Las golondrinas y aviones son Passeriformes, pero que por convergencia evolutiva también han adoptado las largas alas y el estilo de vida de los vencejos.


Y termino con una última foto de este increíble animal tan infravalorado pero que es la voz de los veranos ibéricos.
Un rápido corte en la superficie del agua y con un refrescante trago de agua fresca en la garganta, ya puede remontar altura con unos potentes aleteos hacia el sol que sube rápidamente en el cielo despejado de verano: ¡listo para otra mañana de cazar en las alturas y de sentir el aire silbando en sus duras e incansables alas!

29 septiembre 2017

Nueva entrada en la web - El leopardo pescador


¡2! Más de 2 años después de aquella inolvidable mañana en los bosques del norte de Botswana.. y todavía no termino de creerme la suerte que tuve de ver en directo a la famosa leopardo pescadora de Savuti en acción!

Si no conocéis la historia (la NaturalHistory Filming Unit de Botswana filmó un espectacular documental recientemente al respecto), se trata de una hermosa hembra de leopardo que ha desarrollado (y transmitido a sus cachorros, en un claro ejemplo de cultura animal) una extraordinaria técnica de caza... ¡o mejor dicho, de pesca!

¿Y qué mejor escenario para el fantasma moteado que los infinitos bosques del norte de Botswana?
Lo que para nosotros es un caos de arbustos y espinas, para esta irrepetible mente es un mapa milimétrico - conoce cada árbol, ha caminado cada pista de las infinitas que se adentran en ese mar naranja... 
Pero realmente el bosque no es infinito - lo atraviesa el canal del río Savuti, que fluye y se seca en ciclos impredecibles... y se acerca un ciclo de desoladora sequía... en la que ya no podrá depender de las manadas de herbívoros que cruzan su bosque en dirección del río...

Pero a pesar de su extraordinario arsenal sensorial, una mañana no necesitará nada más que su oído para saber que va a haber conmoción en el bosque - los leones están rugiendo en las colinas de roca, pero no para anunciar su territorio... sino para hacer sonar las alarmas en la manada de búfalos... y las alarmas sonaron (tal vez demasiado alto), porque entre el polvo de la estampida los dos enormes leones reciclan una pobre cría de búfalo mientras a apenas 100 metros los licaones parecen volar entre los árboles en su propia cacería.




Toda esa acción en el bosque deja el cauce seco del río, con sus pozas que se evaporan día a día, libre para que la gran mente sigilosa se ponga en movimiento, ya imaginando una posible fuente de proteínas, recordando cómo las cigüeñas, los marabús, e incluso el pigargo llevan varios días sin moverse de las charcas... imaginando el por qué.


Y a partir de ahí, el resto es historia...

Y aquí tenéis el link al fruto de mis desvelos de los últimos meses, la entrada completa para que veáis el desenlace (sólo en el ordenador, el móvil lo descoloca todo)


https://miguelanton.wixsite.com/miguelantonphoto/the-fishing-leopard

*¡SPLASH!*