03 julio 2015

Zorros en la cumbre...

Todavía no había ni rastro del sol en el valle del Lozoya cuando una húmeda nariz negra olfateó la ladera y notó el olor de la carroña en el cerro... y es que en el cerro había una caseta de madera, y tras un cristal espía yo preparaba mi cámara a la espera de que aparecieran los primeros animales. Estaba por supuesto en el hide de carroñeras de Sierra Carpetania, y los animales no se iban a hacer esperar. Tanto que esa criatura que había olido la carroña subió ágilmente entre las rocas y como un fantasma empezó a trotar por la montaña:

¿Quién sería? ¡El zorrito (Vulpes vulpes), por supuesto!
Y como estaba a punto de comprobar, no es un zorro cualquiera

Con un espectacular salto, se sube a una enorme piedra: el sol apenas ha despuntado, y solo ilumina la ladera de detrás: ¡amanece un nuevo día en el valle del Lozoya!

Recorre al trote la cumbre de la montaña, buscando incansablemente los restos de carroña... cuando por fin consigue uno, se lo lleva ladera abajo y desparece. Yo por supuesto pensé que aquí había terminado mi avistamiento de zorro... 

...pero un minuto después, una silueta naranja se recorta en la cima: el zorrito ha vuelto. Pero si ya se ha llevado una buena ración, ¿por qué vuelve a por más?

Pero aquí que volvía, y repetía la misma maniobra: trote por el cerro, coger carroña, marcharse...

...y volver una y otra vez. ¿Qué hacía?

La respuesta vino cuando Omar me mandó un mensaje diciendo que no era un "él"... ¡era una "ella"! Y es que esta hembra tenía una madriguera con pequeños zorritos en alguna ladera cerca del cerro - ¡ahora lo entendía! No estaba usando la comida para ella, sino para alimentar a sus hambrientos cachorritos

Tener un zorro con esta luz a 10 metros no ayuda a pensar con claridad... con la emoción, pones el zoom al máximo para aprovechar que está cerca y hacer primeros planos, pero en un sitio como éste, no incluir el paisaje en la foto sería un verdadero crimen. ¡Fíjate qué escena!

Pero el zorro es mucho más que un animal hermoso... es el animal más inteligente de todo el valle: sus sentidos están perfectamente afinados, olfato y vista siempre listos para detectarlo todo (el zorro era el único que parecía sospechar que tras el cristal espía de la caseta había algo)

Pero más fino aún es su oído... esas orejas son capaces de reconocer a otro zorro por el timbre y las características de la voz: ¿sabías que emiten hasta 28 sonidos diferentes?
Los zorros son famosos por cazar roedores bajo la nieve saltando sobre ellos guiándose únicamente por el oído... pero resulta que no es tan fácil como parece...

...y es que el zorro no se limita a escuchar pasivamente. Cuando están localizando el roedor, inclinan la cabeza hacia un lado antes de saltar ¿para qué? Para que un oído esté más bajo que el otro, y por tanto el sonido llegue antes a ese oído que al que queda arriba. Basándose en esta diferencia de tiempo, puede triangular a la perfección dónde está exactamente el ratón. ¿O no?

 Necesita más aún para ser del todo certero. En un estudio de hace unos años, se comprobó cómo la posición de los zorros al cazar en la nieve no es aleatoria. Se ha demostrado que son sensibles al campo magnético terrestre, y que cuando cazan mirando al noreste tienen un 73% de aciertos... ¡sin embargo, si se colocan fuera de este eje, el ratio de aciertos baja a solo un 20%! 
Por sorprendente que parezca, el estudio deja claro que no hay otra explicación: están usando el magnetismo para "medir" la distancia a la presa, aprovechando que el campo magnético tiene una sutil inclinación constante que les permite saber la distancia fija del roedor, siendo el único animal que ha demostrado ser capaz de usarlo para cazar

Alucinante, ¿a que sí? Lo mejor es que todavía no sabemos ni un mínimo porcentaje de lo que hay por saber sobre los zorros. Y sin embargo, la caza de estas criaturas es una "tradición" en casi todo su rango de distribución, especialmente en Inglaterra, donde están planteándose permitir de nuevo la famosa caza del zorro. Por favor, firma esta petición para evitarlo antes de que sea tarde: https://www.change.org/p/david-cameron-mp-keep-the-ban-on-fox-hunting-2

 En una de sus idas y venidas, la hembra se asomó por la cima y se encontró con ésto: ¡había otro zorro en la carroña!
 (¿la ves asomando por la izquierda?)

 Y éste era un zorro espléndido, bastante más grande y potente... ¡era un macho!

 Poco a poco, la hembra se fue acercando a intentar comer... cuando lo consiguió, agarró un buen trozo de carne y echó a correr a toda velocidad. Yo no entendía por qué ¡hasta que vi cómo el macho estaba persiguiéndola para quitarle la comida!

La hembra no fue lo suficientemente rápida y el macho le robó el trozo de comida... los dos debieron pensar que ya habían tenido suficiente por ese día, y es que en principio estos son animales nocturnos, aunque aquí quién lo diría. Serían las 11 de la mañana cuando el macho se alejó entre los árboles y la hembra bajó colina abajo. No les volví a ver, pero me quedará para siempre el recuerdo de una mañana con dos animales únicos, dos animales a los que verdaderamente admiro

Pero, por sorprendente que parezca, los zorros no eran los comensales más grandes que habían venido a "desayunar" al cerro... ¡continuará (y terminará) en la próxima entrada! 

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