En la entrada anterior hablé de la variedad de aves que pudimos ver en los grandes bosques de camino al Delta del Okavango... pero una vez llegamos, la diversidad era tan indescriptible que daría para miles de entradas, así que lo que iré subiendo serán posts cortos sobre avistamientos concretos. Y cuando uno piensa en el Delta, inmediatamente piensa en las jacanas (Actophilornis africana)
¡No puede haber un lugar mejor para vivir! Los infinitos meandros y lagunas de los canales del Okavango, en este caso el Khwai, ofrecen todo lo que una jacana puede necesitar
Pero cuando vas en el coche de safari, la visión que sueles tener de las jacanas no es la ideal... al tener que observar desde la orilla, suelen estar lejos, y la altura del coche hace que queden picadas... ¡para disfrutarlas de verdad, hay que ir a su nivel!
Y qué mejor sitio para intentar encontrar las jacanas que los canales de la laguna de Xakanaxa, cerca de la mítica Dead Tree island (la isla de los árboles muertos), donde se filmó el famoso documental de los leopardos. ¡Y qué mejor forma de acercarse a ellas que en una pequeña barca al atardecer!
Y es que la barca no solo nos permite acercarnos más a las jacanas, ¡también protegernos de los cocodrilos! Los verdaderos dueños del Delta no tienen pelo o plumas, sino escamas, y su hogar son estos carrizos y papiros...
Desde la seguridad de la barca no tardamos en empezar a ver las primeras jacanas: ésta en particular posó junto a la hermosa flor del nenúfar (Nymphalea sp). A las jacanas les encantan los nenúfares, ya que sus anchas hojas son perfectas para distribuir el peso y poder correr sobre ellas sin hundirse. ¡Tanto que en inglés a la jacana se la llama lily-trotter, "la trota-nenúfares"!
Los avistamientos de jacana se iban sucediendo, pero éste iba a marcar un antes y un después... cuando llegamos con el barco a donde estaba, el conductor dejó el motor en punto muerto para que fuéramos poco a poco rotando a su alrededor... al principio tenía un curioso contraluz, que hacía destellear el agua tras ella.
Al rodearla tuvimos una luz más lateral, propia de la media tarde africana...
¿sabías que las jacanas tienen un sistema de reproducción único? En lugar de ser las hembras las que cuidan los huevos y los pollitos, son los machos... ¡y cuando un macho ve que sus pollos están en peligro, es capaz de ahuecar el plumaje de las alas para que se metan todos dentro hasta que pase el peligro!
Cada vez teníamos una luz distinta, y aquí la jacana nos demostró lo efectivos que son sus largos dedos para mantenerla a flote: incluso cuando el nenúfar se ha sumergido un palmo, ella sigue apoyándose sin problema
¡Y la confianza de la jacana no tenía límites! Aquí ves cómo estábamos filmándola sin que se inmutase: a veces incluso había que retroceder la barca para que la corriente no nos acercara demasiado a las jacanas
Y la ocasión de oro llegó cuando la jacana empezó a arreglar su delicado plumaje. Ahora la luz la iluminaba de lleno, y la distancia de unos 5m era la ideal para mi 100-400mm...
...estaba todo listo para disfrutar: el paisaje idílico, el animal con el plumaje a punto... ¿qué mas se puede pedir? ¡Para mí, fotografiar una jacana africana salvaje en estas condiciones perfectas era un sueño hecho realidad!
Un sueño que no habría sido posible de no ser por las fuertes medidas de conservación que se tomaron (y se siguen tomando cada día) por parte del gobierno de Botswana.
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