Puede sonar a tópico, ¡pero los ríos de Botswana son un hervidero de aves! En la entrada anterior os hablé de las anátidas y garzas... ellas ocupan las aguas profundas, pero las orillas someras son el hogar de otro tipo de aves: los limícolas y las gaviotas:
¿Cómo no va a haber aves en un sitio así? Los atardeceres en el Chobe son algo fuera de este mundo
Para encontrar este tipo de aves hace falta bajar a su nivel... aquí me ves en el río Khwai esperando a la más hermosa de las limícolas
¡La jacana africana (Actophilornis africana)! Este joven pollo me permitió acercarme a unos 5 metros, sin hide ni historias: allí, como no se caza ni persigue a los pájaros, te dejan estar a esa distancia: ¡es un sueño hecho realidad!
Eso sí, no es buena idea acercarse mucho más al agua: ¡esas orillas son el hábitat ideal de los cocodrilos!
Esa era un pollo, sí, pero es que los adultos son los verdaderamente bonitos... ¡fíjate que pedazo de uñas! Así les sirve para corretear entre los nenúfares sin hundirse...
¡Qué colores! Y estos animales además tienen una conducta muy original: en vez de formarse harenes de hembras, se forman harenes de machos, con los cuales se aparean unas pocas hembras. Son los padres los que cuidan exclusivamente de los pollos y los huevos, al contrario que en la mayoría de aves
-¡Ji ji, esta libélula que acabo de cazar no me la quita nadie!-
También vive a las orillas de los ríos el alcaraván acuático (Burhinus vermiculatus)
El alcaraván del Cabo (Burhinus capensis), pariente suyo, vive en las zonas más áridas... ¿lo encuentras? Se camufla bien, ¿a que sí?
¡Pero cuando despliega sus espectaculares alas negras es más fácil encontrarlo!
El andarríos chico (Actitis hypoleucos) corretea feliz en las playas del río Chobe
Pero la más escasa y decorada de las limícolas es esta belleza, la agachadiza pintada (Rostratulata benghalenssis), fíjate qué patrones tan meticulosos en las alas
El limícola más habitual es con diferencia la avefría herrera (Vanellus armatus), con sus característicos chillidos que parecen un herrero golpeando un yunque
Se les coge mucho cariño, son tal vez el ave más aguerrida y fiera: no toleran ningún intruso en el territorio, y persiguen a otras avefrías, rapaces, mamíferos... ¡y alguna vez hasta al coche!
La avefría palustre (Vanellus crassirostris) es más escasa y tiene un aspecto mucho más raro: esa frente completamente blanca sin ninguna marca de color es única entre las limícolas de Botswana
Pero el verdadero espectáculo llegó cuando, dando un paseo en barca en el río Chobe, llegamos a Sedudu, una isla en el río donde cría un ave muy especial: ¡el picotijera (Rynchops flavirostris)!
Y estaban en plena época de cría: las playas de arena son el lugar ideal porque no hay depredadores, y la barca no les podía dar más igual... ¡estábamos rodeados de picotijeras!
Pero la verdadera belleza del picotijera se manifiesta cuando alza el vuelo... por suerte, no había obstáculos y pude hincharme a hacer fotos de vuelos, algo con lo que francamente no contaba
¡Qué gozada verlos volar! ¡Qué agiles que son! Esas larguísimas alas les permiten maniobrar a gran velocidad, pero pocas veces te pasan a nivel como aquí
Ya ves por qué les llaman picotijera: tienen la parte inferior del pico mucho más larga que la de arriba. ¿Y para qué les sirve eso? ¡Para pescar!
Vuelan a ras de agua y meten la parte de abajo del pico en el agua... siguen volando, "rayando" el agua (de ahí su otro nombre, rayador). Ya te imaginas el resto... si toca con el pico un desafortunado pez ¡Zas! Lo cierra a toda velocidad y remonta el vuelo con su nueva comida
¡Como era una colonia, se podían fotografiar hasta dos volando en el mismo encuadre! El de primer plano seguramente sea un macho adulto (fíjate en la exagerada diferencia en el pico), y el de detrás tal vez sea una hembra o un joven (en los cuales hay menos diferencia)
Por desgracia, los picotijeras no están en su mejor momento. La pérdida de hábitat, la contaminación y la sobrepesca amenazan seriamente a este animal vulnerable
¡Pero por suerte en el Chobe siguen teniendo un hogar seguro! Aquí ves una escena idílica propia de Botswana, el picotijera viniendo con sus potentes aleteos, y detrás otra barca observando los elefantes... ¡es que es el paraíso!
Y como despedida, esta imagen para que os hagáis una idea de cómo es el hábitat del picotijera... lo que se ve es la orilla del Chobe, con sus arbustos y colinas, un lugar idílico. ¡Y por supuesto una pareja de picotijeras girando en vuelo para volver a su nido en la isla del río!
Los ríos de Botswana son un paraíso de biodiversidad, pero también son un ejemplo a seguir en conservación... todas las fotos de esta entrada habrían sido imposibles si Botswana no hubiera tomado las medidas drásticas de protección que lo hacen semejante paraíso, como la prohibición de la caza en todas sus formas. ¡Tal vez algún día aquí en España podremos decir lo mismo! Yo no pierdo la esperanza...
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