Bueno, pues por esta vez me voy a saltar el habitual párrafo de halagos al martín pescador (Alcedo atthis) porque ya os imagináis que es un animal excepcional, único, y una maravilla de ver toda una joya. Así que sin más dilación aquí os enseño algunas fotos de una pareja que vive en la Casa de Campo de Madrid, con algunas "reflexiones fotográficas" fuera de lo ortodoxo (jiji)
¡Hala, toma despliegue de color! Y es que pocas aves en Europa tienen este colorido. Pero en realidad es una ilusión óptica. Al parecer, las plumas son en realidad de color marrón, pero tienen unas microestructuras que hacen que sólo esas reflejen longitudes de onda azul eléctrico que vemos
Si quieres saber si es martín o martina, la clave es el pico: éste lo tiene completamente negro, es el macho
Pero éste tiene la base roja: es la hembra (también suelen ser de un color ligeramente más apagado)
No le llaman "pescador" por casualidad... su comida son los ricos peces que nadan bajo la superficie. Pero capturarlos no es fácil: la refracción del agua es engañosa, y el martín sabe que los peces están más abajo de lo que parece, y son más pequeños...
...pero va a necesitar más que eso: necesita unos ojos especiales.
Lo alucinante es que tienen dos foveas (zona de máxima precisión del ojo) por ojo, los humanos tenemos sólo una. Las foveas frontales de cada ojo localizan al pez: ahora sube y baja el cuello para triangular dónde está realmente. Cuando está seguro...
...¡zas! Se impulsa hacia la superficie...
Pero al entrar, el agua ofrece resistencia, y reduce 200 veces su velocidad. Por suerte toda su forma es hidrodinámica. ¿Sabías que en Japón remodelaron un tren-bala con la forma del pico del martín para que fuera más eficiente? ¡Y funcionó!
Los peces no son tontos, e intentan huir, pero para eso tiene la 2ª fovea lateral: le permite girar la cabeza a tiempo para cogerlo
¡y vuelve victorioso a su ramita! Es un sistema que. con buena visibilidad y condiciones, es virtualmente infalible. Hay días que les he visto zambullirse decenas de veces sin fallar ni una
¡Y claro, vista la belleza de semejante animal, nadie podemos contener las ganas de intentar fotografiarlo! Pero el martín puede ser tímido ante las cámaras:
¡Así que hace falta "desaparecer"! Aquí ves a mi amigo Roberto una mañana que fuimos a visitar al martín... no hace falta dejarse los cuartos en mega-hides prefabricados. Este sistema funciona de maravilla si estás inmóvil, una tela de camuflaje con un agujerito para sacar la cámara y otro para mirar: ¡precio total, 15€!
Pero claro, luego hay martines y martines. Y es que aquí esta martina rompe todos los esquemas- ¡como puedes ver, le da igual que haya un satisfecho fotógrafo a 4m!
Una vez consigues tener el martín delante (que no es tarea fácil), se abre un abanico enorme de posibilidades para fotografiarlo:
Ésta es la típica imagen que uno busca: cerca, bien enfocado, con un fondo uniforme y una luz suave.
La satisfacción cuando lo consigues es genial, ¡pero no te quedes en eso!
Las fotos "técnicamente perfectas" están todas en Google Imágenes: lo apasionante es captar tu visión personal del martín.
Una forma es con la luz: este macho posó a última hora de una tarde de invierno, esos rayos apenas duraron 5 minutos, pero le dan a la escena un "carácter" único
Un contraluz puede ayudarte a crear otro ambiente totalmente distinto
Procura evitar el flash si es posible. Aquí ves que yo lo utilicé, y genera unos reflejos extraños en el plumaje del martín, que no se corresponden con lo que en realidad ves.
A veces no queda de otra, como cuando hay fuertes contraluces, pero un destello demasiado potente puede suponer el fin de ese avistamiento martinil. ¡Por suerte ésta siguió a lo suyo!
Otra opción es la distancia: acercarte mucho (si es que el pájaro lo permite) te ofrece un mayor detalle, y puedes pasar horas haciendo zoom para ver cada detallito de las plumas
(esta foto la tomé a apenas 4 metros sin camuflaje alguno, es que esta martina es única!)
Pero también puedes usar menos zoom: este macho estaba descansando en lo alto de un árbol en un ambiente de lo más primaveral, y demuestra que los martines no solo viven en posaderos a la orilla
¡Tú pones tus propios límites! Si hay un obstáculo entre el martín y tú, conviértelo en una ventaja.
Esta valla sirve como marco natural: desde luego conseguirás que tu foto no sea "convencional", que hoy en día no es fácil
Los comportamientos únicos y la naturalidad añaden un plus que la perfección técnica no da. Por ejemplo, aquí ves a la martina sosteniendo un cangrejo de río de tamaño familiar, a punto de llevarlo al nido. Lo sorprendente es que el cangrejo es el autóctono, y es de las primeras citas de martín cebando pollos con cangrejo
No hay nada más satisfactorio que presenciar la vida diaria del martín. Los apareamientos duran apenas 10 segundos, pero tuve la suerte de ser testigo de uno, y fue una alegría poder ver cómo la familia de martines se perpetúa: el ciclo de la vida
Tener dos martines en encuadre es como ganar dos loterías a la vez, raras veces son tan colaboradores
El martín no vive sólo posado: es un potente volador, llegando a alcanzar los 70 kmh (Eastman, 1969)
Y de verdad, 70 km/h en un pajarillo del tamaño de un gorrión ¡es muuy rápido! Congelarlo en vuelo es dificilísimo, pero a mí lo que mejor resultado me da es preenfocar un punto por el que sospecho que puede pasar, poner poco zoom, un diafragma cerrado para profundidad de campo (tipo f.10) y la velocidad más alta que pueda (1/2000)... y esperar a que haya suerte
Otra opción es apuntarlo fijamente y esperar a que despegue.
¡Ojo, peligro de desesperación! Puede que pase 10 minutos sin mover una pluma y que en cuanto bajes la cámara, haga el más espectacular despegue... ¡de hecho, es altamente probable! Al menos a mí siempre me lo hacen
Los picados son ya una ciencia en sí mismos... es cuestión de disparar la ametralladora y que una de cada 1000 salga algo.
Fotografiar la zambullida es lo más difícil: la única opción es enfocar un punto al azar del agua donde creas que pueda pescar, ráfaga y cruzar los dedos. El 99% son carne de papelera de reciclaje, pero cuando queda una, el subidón es importante
Si pones menos zoom, podrás combinar las fotos de la ráfaga para ilustrar el proceso entero
Y sin embargo, de todos los miles de fotos de martines que habré hecho, con la que me quedo es con la primera que hice de todas, hace ya años:
Y es que lo tenía todo: luz, distancia, individuo (no todos los martines son iguales ni mucho menos) y sobre todo la experiencia: para mí, el martín era un mito de la guía de aves. Estar con él, verlo con mis propios ojos, me cambió la vida, y desde esa mañana de invierno, no pasa un día que no pìense en mis queridos martines
Pues nada, esto es todo por ahora... tanto si eres un experto fotógrafo martinil o si no has visto todavía el primero, ¡disfruta de las emociones que esta joya te va a regalar!
Todo un lujo esta familia de martines tan cerca de casa. Gracias por redescubrirmelos!!!
ResponderEliminarSaludos.
¡Y qué lo digas! Cada día es un alucine... ahora tendrás que ir a darles caña con el nuevo equipo! ;)
EliminarNos vemos Ángel, ha sido un placer!
Un saludo
Muy buena la entrada!!!!
ResponderEliminarEnhorabuena por las fotos y por la manera de contarlo!!!!
Gracias Manolo! Cada vez que vuelvo del estanque lo primero que hago es planificar la siguiente visita, mira que son interesantes!
EliminarEspero que vaya todo bien por ahí, a ver si un día nos vemos (a ser posible con los martines de Azuqueca, que todavía tengo esa espinita y uno nunca tiene suficiente de estos bichos)
Saludos!!
hola miguel. mi nombre es egoitz. estoy fotografiando a los martines en mi pueblo. no logro que se me posen a 2-3 metros y creo que es el camuflaje. como lo podria hacer?
ResponderEliminarun saludo
Muy buenas! La verdad es que conseguir que se posen a 2-3 metros son palabras mayores! Estos martines de la Casa de Campo eran una auténtica excepción, los demás martines que he podido ver son mucho más huidizos y de 15m en adelante echan a volar. Si el sitio donde los ves es poco transitado por la gente, intenta poner un pequeño escondite fijo cerca de donde veas que se posan. Si pasa mucha gente (como es mi caso), lo mejor suele ser llevar una red opaca de camuflaje con un agujero para la cámara. Te la echas por encima, te sientas cerca de algún arbusto y a confiar en que nadie te diga nada... ¡y que el martín se pose!
EliminarSuerte y a disfrutar!
Miguel
Hola Miguel, enhorabuena por tus fotos, me parecen todas magnificas, en especial las de éstos Martines.
ResponderEliminarYo últimamente suelo ir por ésta misma zona de la casa de campo, y a menudo veo bastantes cosillas. Por ejemplo hoy mismo he estado tirando fotos a un par de abubillas bien majas que había por aquí, pero nunca he tenido la suerte de ver a los martines, y me fastidia porque son de mis aves favoritas. Veo que éste Post es de hace ya unos meses, no sé si tal vez ya no anden por aquí, o tal vez será cuestión de perseverancia y mucho ojo.
Un saludo, Luis
Hola!
EliminarPues los martines estar, están todo el año... la cosa es que en invierno se vuelven solitarios, cada miembro de la pareja pescando por su cuenta. Ahí es más difícil verlos porque están más ariscos - el mejor momento es la primavera, cuando se juntan las parejas y tienen que pescar para ellos... ¡y para sus hambrientos pollos!
Si quieres encontrarlos yo te recomendaría que busques en Google el reclamo típico del martín y te aprendas de memoria ese silbido, porque es tan característico que cuando lo oigas en el campo si miras la superficie del agua probablemente verás a "la flecha azul" volando cual fulgurante proyectil delante tuyo ;)
Un saludo, gracias por tu comentario y suerte!
Miguel.
Una maravilla.Enhorabuena,yo estoy ahora "intentando" sacar una hembra.
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